Friday, October 10, 2008

El auge de los reinos australes

En el año 2297 cuando se descubrió el Sistema Zeus y en este los planetas habitables de Atenea y Afrodita, pocos pensaron en trasladarse al sistema para vivir, el planeta poseía una atmósfera aún enrarecida por un alto porcentaje de dióxido de carbono, vapor de agua y dióxido de sulfuro, enormes volcanes aún bullían de actividad emergiendo por 28 kilómetros de altura sobre el nivel de los mares ateneanos, océanos tempestuosos y vacíos golpeados por tormentas descomunales 4 veces más poderosas que los más grandes huracanes de la Tierra y con una desconcertante alta tasa de caída de meteoritos.

Pero lo que un día se pensó sería un planeta únicamente util para minería e industria geoquímica, se convirtió de pronto en el hogar de 700 millones de personas en sólo un siglo terrestre. ¿Qué atrajo a tantas personas a este mundo que aún permanece en el equivalente geológico del precámbrico de la Tierra? la respuesta simple: libertad.

Los primeros en pisar el planeta y establecer una colonia permanente en este mundo no fueron científicos ni soldados ni funcionarios de la Tierra, fue un puñado de capitalistas mineros e industriales en la legendaria John Galt Explorer, la primera nave intergaláctica fabricada en órbita terrestre. Los geólogos (o ateneólogos, como prefieras), obreros y especialistas llegaron al día siguiente, un día que consiste de 25 horas y 25 minutos terrestres. Tres años más tarde, la colonia tuvo 50 mil habitantes y daría origen a la primera ciudad reconocida como tal, Capitolia con una población de 200 mil habitantes, sin embargo el planeta estaba siendo rápidamente explorado y apropiado por millones de personas y superó pronto los diez millones de habitantes.

En el año 2321 se establece el Concejo de Caballeros, un acuerdo suscrito por casi un millar de capitanes de la industria, el comercio, las finanzas y la minería. El acuerdo fue elaborado durante 7 meses por los departamentos y servicios legales de los suscriptores, básicamente se llegó a crear un estatuto de normas que recogía las costumbres legales de la época, sin unanimidad, se desistió de crear algún sistema de gobierno por lo que la vigilancia del acuerdo residió en los centros de arbitraje que existían desde el principio de la colonia.

Millones de personas llegaron al planeta con sus familias en una verdadera fiebre de los metales, atraídos por empleos riesgosos pero bien remunerados y la desenfadada vida de las nuevas ciudades ateneanas, pero en el fondo, la gente vino en busca de libertad. Un año antes del descubrimiento del sistema Zeus, se había formado la Unión de Estados Sociales de la Tierra, con un gobierno central y delegaciones por región que reemplazaron a los agonizantes bloques comerciales y militares formados, reformados y vueltos a formar desde el siglo XX. En el año 2.300 la Tierra adopta la moneda única mundial y desaparece todo vestigio de respaldo financiero en metal. Veinte años después de la unificación monetaria toda actividad económica, cultural o política es férreamente regulada por comisiones planetarias, se crean más de 2.000 tipos de salarios mínimos oficiales y se controlan los precios de commodities en escalas por región mediante centros de computo alimentados por un ejército de supervisores planetarios. Toda actividad económica y cultural requería de autorización y de una licencia, la religión estaba implícitamente prohibida en el planeta excepto en lugares autorizados. El igualitarismo era la norma y norte de la UEST y pocos eran los lugares en la Tierra que escapaban a su control.

Al otro lado, en Atenea se empezaron a formar gobiernos locales, el número de ciudades se duplicaba cada década y pronto aparecieron cabildos y confederaciones de gobiernos locales. La legislación adoptada por estos gobiernos heredaron casi la totalidad del texto del Consejo de Caballeros. En el año 2325, el Senado Planetario, compuesto por representantes de varias federaciones de gobiernos, expiden la Constitución Planetaria, un texto sencillo que enumeraba derechos y garantías personales, y aunque la constitución de Atenea no era obligatoria, muchos gobiernos la adoptaron y los que no, adoptaron constituciones bastante similares.

Algunos hombres y mujeres de empresa adinerados fundaron sus propios "reinos" en sus propiedades en las tranquilas costas del Mar de Galeras al sur del planeta, pero lo que empezó como una broma inocente para compartir en cocteles se convirtió en una institución en serio. Los primeros reinos no eran sino villas adjuntas a las propiedades de los magnates de la minería y las finanzas, en donde se alojaban obreros y funcionarios de las empresas y donde la resolución de conflictos residía en los centros de mediación y arbitraje, que a menudo eran provistos por el empresario "Rey" como un servicio laboral para los empleados. Con el tiempo algunas villas adoptaron por costumbre acudir al centro de arbitraje del Rey (ahora ya sin comillas) como sistema de gobierno, y el pago por el servicio se financiaba por el uso del mismo, otros servicios reales consistían en la seguridad de la jurisdicción sobretodo frente a los piratas que desde años atrás empezaron a ser un fastidio, la guardia real originalmente brindaba seguridad al propietario pero pronto resultó más eficaz asegurar al reino de las incursiones de la delincuencia organizada. Algunos reinos al ser originalmente un grupo de residencias de distintas familias adineradas en un solo lugar no podían tener una sola casa real, así que resolvieron el problema de las sucesiones y la administración mediante concejos de nobles; los reinos abiertos, como se les llamó, se volvieron bastante populares pues con un fuerte aporte de capital a los servicios de administrativos del reino se podía obtener un título de nobleza, asiento y voto en los concejos.

Los reinos en Atenea no solo cumplen una función util en cuanto a la administración de justicia y seguridad pública sino que además han generado toda una industria del entretenimiento y del espectáculo basados en los eventos y competencias entre casas reales. Al mismo tiempo, se ha ido incrementando la cobertura de servicios sociales gracias a las beneficencias y mecenazgos reales. Algunos reinos otorgan títulos de nobleza a los ciudadanos que aporten generosamente a la beneficencia real, así las casas de huérfanos se ven bien administradas y los servicios médicos para desposeídos se han vuelto comunes. En algunas ocasiones el monopolio de administración de justicia de las monarquías fue objeto de críticas, algunas casas reales aún mantienen el monopolio pero otras han dejado abierto el mercado desde su fundación, estos nobles llegaron a la conclusión que para juzgar mejor el progreso del reino necesitaban de la libre competencia de servicios jurídicos en su propia jurisdicción, además esto solucionaba el problema de la cobertura legal de los ciudadanos que viviendo bajo el ámbito territorial del reino decidían no ser súbditos. Los reinos de última aparición cuentan ahora con la asesoría de urbanistas, analistas de mercados, paisajistas y neuroeconomistas que elaboran reinos a partir de la nada, con características urbanísticas y culturales basadas en temáticas de épocas antiguas de la Tierra. Por ejemplo ya se anuncia para la primavera austral la inauguración de un reino basado en la estética del Primer Periodo Intermedio de Egipto.

¿La forma de gobierno de los reinos? generalmente monarquías constitucionales, monarquías parlamentarias y aristocracias. Al contrario de lo que sucede en la Tierra, las democracias son bastante impopulares, generan conflictos innecesarios y terminan mal (me viene a la mente la fenecida República de Nova Uralsk). Concidentemente (¿o no?), las tribus de piratas son las que más practican la democracia participativa, y es un sistema que funciona muy bien con ellos, usualmente los electos son quellos que tienen mayor capacidad de usar la violencia, convencer a otros de usarla y de planear golpes contra los convoys hacia Sulphur.

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